A finales de enero se celebró en Madrid un nuevo Comité de Innovación Proyectos y Aprendizaje (CIPA). El CIPA es el lugar y el momento en el que se presentan los avances y aprendizajes de cada uno de los proyectos que se trabajan en la plataforma PIPA.

Una vez más, se superaron las expectativas. De la presentación del evento se encargaron Belén Rosique y Cristina Bofarull, quienes recordaron a los asistentes que el trabajo en proyectos requiere preparación y desarrollo de competencias. A raíz de ello, propusieron a los asistentes un sencillo reto: realizar, sobre la marcha, una encuesta en directo sobre las competencias que cada uno ha desarrollado trabajando en PIPA. Según se iba respondiendo a la encuesta a través de una aplicación, aparecía una fantástica nube de tags en pantalla con palabras como: trabajo en equipo, comunicación, autodesarrollo, liderazgo, estrategia… Se habló también de esa «mirada de aprendiz» que desarrollamos trabajando en los equipos de PIPA. Interesante una idea transmitida por Belén Rosique que aprendió de un gurú de los negocios: la mejora personal para aportar mejora al equipo, mejorar cada uno su propio metro cuadrado. 

Las presentaciones de los avances de proyectos se fueron sucediendo con mucha normalidad y ajustándose a los tiempos previstos. Todas “just on time”, ni de más, ni de menos. Un concepto que podría resumir las intervenciones del pasado 20 de enero es el compromiso de cada «piper» (persona que trabaja en PIPA) con el trabajo de su proyecto. El de enero fue un CIPA de pipers, en el que se palpó, hasta físicamente, la presencia de los equipos, tanto entre los asistentes como presentando. 

Nos decían al final de la mañana que todos estos aprendizajes reflejados son fruto de la transformación, una transformación que conlleva dolor. En diciembre de 2019 la mayoría de los proyectos no tenían clara su metodología, algunos no habían reclutado a su equipo. Hoy podemos decir que lo que hay, desde luego, es aprendizajes y autodesarrollo.