A mediados de mayo Mamen Guitart y Cristina Bofarull volaron de nuevo al continente americano. Esta vez traspasaron la cordillera andina hasta aterrizar en Chile el 10 de mayo. ¿El objetivo de este viaje? Trabajando con cerca de un centenar de profesionales de la Administración de este país, el propósito del CEICID era llevar a cabo un estudio sobre tres administraciones ordinarias de Santiago de Chile: Portezuelo, Burgos y Antullanca. A través de este estudio se vio la posibilidad de rentabilizar las plantillas haciendo sinergias entre los equipos. Equipos, por cierto, muy intergeneracionales.

Cristina Bofarull, responsable de Consultoría, Innovación y Proyectos del CEICID, nos cuenta cómo realizaron la consultoría y la metodología llevada a cabo: «Durante las dos semanas que duró la estancia del CEICID en «la tierra del fuego» pudimos plantear un proyecto de trabajo a medio plazo construyéndolo con todas las personas implicadas. Definimos conjuntamente el desafío común y establecimos los pasos a seguir para hacerlo posible. Sobre la metodología que hemos seguido, además de tener sesiones y workshops con los equipos, hemos realizado también formación en el puesto de trabajo -trasladándonos a vivir unos días a cada una de las sedes y visitando los locales de la administración y la residencia-. También tuvimos entrevistas personales con un gran número de profesionales y estudiamos la documentación que nos facilitaron. Como colofón, me parece importante destacar los workshops estratégicos en los que el objetivo es alinear en un propósito común a todas las personas implicadas».

¿Sobre qué trataron estos 2 workshops estratégicos? «En el primero, desde la perspectiva de la gestión del cambio, realizamos una dinámica de puntos de dolor y acciones para contrarrestarlas. Planteamos con qué sueña cada persona al pensar en la mejor versión de su administración y establecimos un desafío. En la segunda sesión, desde la perspectiva del trabajo en equipo, nos centramos en identificar los stakeholders y compromisos que adquieren como equipo para empezar a trabajar en la línea del desafío», explica Mamen Guitart.

Fueron unos días de trabajo intenso, y de conclusiones muy certeras. Preguntando a las participantes sobre sus conclusiones tras estas jornadas, extraemos dos aprendizajes clave: la necesidad de un entorno de colaboración y confianza para trabajar en equipo, y la sentencia que podría resumir todo lo aprendido: «Administraciones inteligentes, Administraciones, felices».