Atención de personas mayores en el hogar

23/03/2015 | Categoría: Noticias | Etiquetas:

El curso dirigido a personas que tienen en su entorno familiar personas mayores, enfermas y/o dependientes, tuvo dos grandes bloques de contenidos. Uno antropológico en el que se trató el tema de la persona y el envejecimiento y el otro sobre aspectos prácticos de las necesidades y del cuidado de las personas mayores.

En el aspecto antropológico se consideró el envejecimiento como una etapa de la vida marcada por lo que Guardini denomina “crisis de dejación” en el que se vivencia gradualmente que ya no se puede con el ritmo de vida que se había llevado,  se percibe perdida de vigor, limitaciones físicas, y la sensación  de que todo está acabándose. Ante la tentación de ver negativamente esta etapa, surge la oportunidad  de poner al hombre al desnudo ante lo que verdaderamente importa, y en la vejez esto es más evidente, es tiempo para  reflexionar, rectificar,  son personas sabias capaces de dar consejos.  El que esté en plena acción le cuesta más darse cuenta. Mateo Seco afirma  que “la ancianidad  tiene un encanto especial. En la vejez se hace presente la condición de dependencia,  el límite, la condición finita. Intrínsecamente somos criaturas, imagen, e hijos de Dios, por ese orden”.

En cuanto a las personas que atienden a los ancianos se desarrolló la idea del “privilegio de poder cuidar” siendo la familia el pilar básico en la provisión de cuidados al anciano ya que sin la participación activa de la familia difícilmente se verían atendidos.

Se vio ampliamente la función imprescindible de la responsable de los servicios de alojamiento y alimentación en la atención de estos centros y cómo su actuación influye significativamente en la mejora del funcionamiento del centro.

En la parte de contenido práctico se abordaron aspectos concretos de los servicios de alimentación, dietas en enfermedades más comunes, de ropa y limpieza. Por último se hizo hincapié en los cuidados de la persona dependiente relativos a diferentes áreas como la medicación, movilidad, lesiones de piel, higiene, hidratación, comunicación o la atención espiritual.

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