El pasado jueves 13 de junio tuvo lugar el acto de clausura del programa PBH (Procesos Básicos de Hospitality) en el salón de actos del Colegio Mayor Somosierra (Madrid). Con este evento, se pone fin a dos años de intensa formación. El acto estuvo precedido por la exposición y defensa de los trabajos fin de programa elaborados por las 16 alumnas en la sede del CEICID.
El acto contó con la asistencia de numerosas familias y amigos de las 16 alumnas que finalizan sus estudios. En la mesa presidencial Ana Pampillón, directora del CEICID, María Martínez, directora del programa, y Trini Sánchez Romero, encargada de impartir la conferencia de cierre.
Trini Sánchez Romero es Head of International Surety Desk en Swiss Re, una de las reaseguradoras más importantes del mundo. Cuenta con 10 años de experiencia en el sector financiero y un PDD por el IE. Ha realizado programas ejecutivos de desarrollo de habilidades directivas por el IESE (“Mujer y Liderazgo”) y ESADE (“Proyecto Progresa”). Recientemente ha creado la plataforma WomanPro de la que es fundadora y presidenta cuya finalidad es el crecimiento de la mujer profesional.
Trini abrió la sesión dando tres consejos a las alumnas, basados en su historia personal:
- La importancia de contar con referentes. “Somos el promedio de las cinco personas con las que pasamos más tiempo” (J.Rohn).
- Asumir con valentía el ser responsables de nuestro tiempo.
- Tener una actitud de aprendizaje continuo.
Su intervención llevaba por título “MUJER PROFESIONAL: ENTRE INFLUENCIAS Y PREFERENCIAS”. El discurso versó en torno a tres citas:
- “La búsqueda del equilibrio es la situación que se produce cuando fuerzas contrapuestas se anulan entre sí” (Gustave Thibon).
- “El mundo necesita dejar de pensar en términos de crecimiento constante. Es momento de pensar en términos de progreso humano global. El mundo hoy necesita compasión, sensibilidad, empatía, amor. También necesita visión, ambición y capacidad de toma de decisiones“ (Patricia Cauqui).
- “La armonía es la situación que se produce cuando varias fuerzas de diferente intensidad y sentido convergen en un proyecto común” (Gustave Thibon).
En la búsqueda del equilibrio, primero planteó la diferencia entre nuestras preferencias y las influencias internas (relacionadas con la autoexigencia, el perfeccionismo…) y las externas (lo que los demás esperan de mí). Subrayó la necesidad de espacios de reflexión para poder distinguir ambas y conocernos mejor. Identidad que también se construye en relación con los demás. El autoconocimiento es determinante a la hora de responder a la pregunta “¿qué es para mí el éxito?” Trini aconsejaba que tu respuesta esté alineada con tu propia definición de equilibrio.
Por otro lado, la ponente resaltó la importancia de construir cada uno su propia marca (personal branding) preguntándose: ¿qué talento tengo?, ¿cuál es mi misión (qué y hacia quién), visión (por qué y cómo) y valores (cuáles son mis principios)?, sin tener miedo a la visibilidad. La marca personal aumenta la confianza en nosotros mismos y nos mantiene en una posición de apertura hacia nuevas oportunidades.
Destacó también que, en el mundo actual, resulta de especial importancia poner en valor el cuidado y abanderarlo como habilidad. Apoyándose en algunas reflexiones de Mariolina Cerotti en su libro Erótica y materna subrayó la importancia de llevar a las empresas un nuevo estilo de liderazgo en el que la empatía y la escucha activa cobran un protagonismo esencial en los nuevos estilos de organización -más flexibles, horizontales y people centric– que han surgido en el siglo XXI gracias al desarrollo de las tecnologías de comunicación.
Por último, habló en su intervención del amor y las relaciones personales como verdadero fundamento para pasar del equilibrio personal a la vida en armonía. La habilidad que recomendaba desarrollar es la del networking: ampliar nuestras redes de vínculos en el ámbito personal y profesional para facilitar el intercambio de información y adquirir nuevos conocimientos. Introdujo el concepto de los techos de cemento como aquellos límites que nos ponemos nosotros mismos en nuestro desarrollo profesional. No dar importancia a invertir en networking es un techo -puesto por nosotros mismos- que nos dificulta crecer profesionalmente.
A las palabras de Trini, siguió el discurso pronunciado por Guada Galisteo y Ana Labory en nombre de las alumnas. Agradecieron en todo momento al equipo del CEICID el haber hecho posible esta oportunidad, con un especial reconocimiento a todas sus formadoras en el puesto de trabajo, y siendo conscientes de que el mundo necesita una revolución en el mundo del cuidado y que ellas están llamadas a ser las protagonistas de él. Siguió la entrega de diplomas de cada una de las alumnas de esta primera promoción del programa Procesos Básicos de Hospitality.
Antes de cerrar el acto, tomó la palabra Ana Pampillón. Felicitó a las alumnas por haber llegado hasta el final, a las sedes PBH por el esfuerzo realizado, a las formadoras en el puesto, tutoras, profesores y a todo el equipo CEICID involucrado en el programa. En segundo lugar, quiso dar las gracias a todas las alumnas que conforman la primera promoción por su colaboración y sugerencias, ya que gracias a ellas se podrá seguir estudiando y mejorando el programa, que en septiembre de este año empieza su segunda edición. Finalmente, Ana compartió una reflexión que recogemos a continuación: “un gran poder conlleva una gran responsabilidad. El poder de la formación. Por eso pensaba que PBH es una semilla; una semilla que ahora hay que regar, cuidar y hacer crecer, florecer. Habéis adquirido unos conocimientos, desarrollado unas habilidades y unas actitudes. Pero esto es como una semilla que tiene que crecer, que tenéis que hacer crecer.”