En nombre del CEICID, #graciasIsabel. Como para mí, es seguro que Isabel ha sido y es para todos vosotros maestra, profesional, amiga, ejemplo, hermana mayor.
Somos muchos los que querríamos decir unas palabras, compartir recuerdos y aprendizajes, y dirigir esas palabras directamente a Isabel. Como compañera de trabajo estos últimos años en el CEICID, alumna y, si me permites decirlo, Isabel, que seguro que sí, aprendiz, se me brinda la oportunidad de hacer este agradecimiento en nombre de todos. Es la manifestación de que de la abundancia del corazón, de los corazones de todos los que estamos aquí, habla la boca.
Desde el día 17 de agosto, estas últimas semanas, se ha escrito y hablado mucho sobre Isabel García-Jalón de la Lama: Impulsora de los estudios de Nutrición Humana y Dietética en España, Profesora en varias facultades de la Universidad de Navarra, primera tesis de Farmacia, investigadora puntera y fundadora del laboratorio de Microbiología de Alimentos y Aguas, …
En el año 72 se vino a Madrid para formar parte, por primera vez, del equipo del CEICID, compartiendo intereses y despacho con la Beata Guadalupe Ortiz de Landázuri y lanzándose a un proyecto, el de Ciencias Domésticas, por el que apostó prácticamente desde sus inicios y del que ya no se separó nunca más en estos 49 años. Con la experiencia de esos primeros años en el CEICID, regresó a Pamplona para la puesta en marcha de los estudios de Nutrición Humana y Dietética, siempre vinculada a los profesionales del cuidado a través de la docencia. En ese espacio de tiempo Isabel continuó impartiendo clases en CEICID en Pamplona. En el año 2013, tras su jubilación en la Universidad, decidió seguir dedicándose al cuidado y, de nuevo, entró por la puerta del CEICID, como cada mañana desde ese día hasta este mes de junio y lo explicaba así: “me voy a dedicar a mi familia que es grande y con muchos quehaceres que cubrir”.
Gracias Isabel por esa decisión. Son Casi 10 años al frente del Programa de Dirección de Servicios y más de 100 alumnas en las que has inculcado la profesionalidad, la exigencia, el poso, la serenidad que te caracteriza. Se ve a la legua que eres una pionera. Pero, como decías a menudo, no te considerabas una persona especialmente emprendedora ni adelantada. “me identifico más con ser capaz de arriesgarme cuando veo que el proyecto merece la pena”, decías en una entrevista con motivo de tu última clase en la universidad.
Y ya ves que el proyecto de tu vida ha merecido la pena, Isabel. El proyecto de servir y de apostar por el cuidado de las personas. Quienes estáis aquí conocéis bien a Isabel, cada uno tendrá sus propias anécdotas, motivos por los que darle las gracias. Me aventuro a decir que hay algo que seguro nos une a todos y es el agradecimiento por su empeño en servir y apostar por la profesionalización del cuidado de las personas.
Isabel: has sabido descubrir y descubrirnos, a tantas personas que hemos pasado por tus manos, la trascendencia del cuidado de cada persona de la familia, sabiendo transmitir con tus palabras y con tu ejemplo que “la Administración es la columna vertebral de la Obra” en palabras de San Josemaría.
Sabías, y así nos lo hiciste ver muchas veces, que quienes nos dedicamos a servir, a cuidar a los demás, tenemos entre las manos algo que se nos escapa, que está por encima de todo lo material. Algo sobrenatural. Y eso nos lo hiciste ver sin dejar de lado la importancia de realizar ese trabajo de forma más que profesional: excelente.
Profesional, cuidadora y maestra de cuidadores. Alma grande en un cuerpo muy pequeño -así te definimos en el CEICID el día que te fuiste al cielo-. Audaz hermana mayor. Pilar fuerte y exigente que nos sostiene y nos arraiga en lo esencial mirando siempre al futuro con ilusión, confianza y espíritu de aventura. Tu familia, amigos, y tus compañeros del CEICID, queremos seguir ese ejemplo de mujer aventurera.
Siempre GRACIAS Isabel.
María González-Villalobos
Responsable de Comunicación del CEICID y antigua alumna del Programa en Dirección de Servicios.