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ENTREVISTA-Fundación Félix Granda

23/01/2015 | Categoría: Noticias | Etiquetas:

Entrevistamos a Mª Carmen Fernández Arredondo, directora de la Fundación Félix Granda, que se dedica principalmente a la promoción del patrimonio artístico y cultural en todas sus expresiones, y en particular el relacionado con el arte sacro desde el año 1997.

¿En qué consiste la reciente puesta en marcha del Plan Nacional del Patrimonio Inmaterial del Instituto del Patrimonio Cultural Español?

Hasta ahora, se ha entendido por Patrimonio, básicamente, los objetos y elementos materiales producidos por el hombre. Pero la cultura es algo más, especialmente en el momento actual, en el que vemos desaparecer no sólo formas culturales, sino  culturas enteras.

El objetivo de la protección del Patrimonio Inmaterial afecta, por tanto, no sólo a los objetos, sino también a las formas en que se producen; es decir, no se protegen sólo los objetos y las herramientas, o las piezas utilizadas en un rito, sino el oficio artesano o el rito en sí mismo. En el caso del Catolicismo, esto es especialmente importante en los ritos y tradiciones que protagonizan nuestras fiestas, tanto en el sentido Litúrgico, de una gran riqueza, como en el festivo. No olvidemos que nuestra cultura entera está transida por el hecho religioso.

Con este Plan de Patrimonio Inmaterial se intenta, en fin, la conservación de este tipo de Patrimonio, pero no en aras de lograr preservarlos de “forma pura” - que no existe - sino de modo que sólo puedan seguir cambiándola, como es propio de su naturaleza, los portadores, es decir, los que crearon la fiesta y la han mantenido hasta hoy. El IPCE cumple su labor financiando proyectos de investigación, realizando estudios y elaborando recomendaciones (que no normas) para la custodia y gestión de este Patrimonio Inmaterial, que luego se transmiten a las comunidades autónomas, en las que reside la correspondiente capacidad gubernativa.

Los principales problemas que amenazan al Patrimonio Inmaterial son, por un lado, la desaparición de fiestas y oficios, y, por otro, el alto impacto del turismo sobre las fiestas de gran éxito, que provoca su despersonalización y alteración.

En este contexto, la Fundación nace precisamente hace más de 15 años con la preocupación de preservar los oficios artesanales y de ayudar, mediante el arte, al correcto desempeño de la liturgia. Ambos ámbitos se circunscriben, como hemos visto, dentro del Patrimonio Inmaterial.

 

 

De izquierda a derecha: Monseñor José Rico Pavés, obispo auxiliar de Getafe; D. Juan Carlos Muñoz, Director General de Patrimonio Histórico de la CAM y Dña. Mª del Carmen Fdez. Arredondo, Directora de la Fundación Félix Granda

 

 

 

 

 

 

En España, el patrimonio cultural de la Iglesia supera el 70% del total de los bienes culturales nacionales ¿cuál es la labor diaria de la Fundación al respecto?

Nuestra labor es, un poco, clamar en el desierto. Es reflexionar, estudiar y analizar los problemas del Patrimonio Cultural de la Iglesia en su gestión y sostenibilidad, para anticiparlos y generar espacios para acometer su resolución. Como parte de nuestra actividad, estamos creando un Observatorio de Público del Patrimonio Cultural de la Iglesia. Un problema importante al respecto, ahora mismo, es el movimiento poblacional, que ha hecho que gran parte de los templos en ciertas zonas hayan quedado sin feligreses; templos que, sin embargo, la Iglesia tiene que seguir manteniendo, porque están protegidos por ley.

Por otro lado, desde la Fundación mantenemos vivos los oficios artesanales, y lo hacemos por una doble razón. Por un lado, por el interés que tiene su preservación en sí misma, y por otro, porque sólo así se podrán seguir fabricando o, en su caso, restaurando, los objetos de culto. La defensa de las piezas realizadas artesanalmente es, en este sentido, importantísima. Si no apostamos por ella, llegará el día en que no podamos realizar esos objetos litúrgicos de gran belleza. Y ese día puede estar, fácilmente, dentro de los próximos cinco, diez o quince años.

Otra de las acciones que promovemos en esta área es la puesta en valor del arte religioso, especialmente con el público escolar, desarrollando actividades de sensibilización para que el público pueda entender su valor y su importancia.

Por último, la Fundación custodia una importante colección de arte y documentación, generada por la empresa Talleres de Arte Granda desde los inicios de su producción en 1891 y vinculada a la misma. Es, probablemente, la colección documental más extensa en relación con el arte sacro del siglo XX. A partir de su estudio, la Fundación promueve e investiga la figura y obra de don Félix Granda y Buylla, sacerdote artista fundador de los Talleres, cuyas ideas sobre el arte sacro, tanto antiguo como de nueva creación, siguen siendo hoy de plena actualidad para su preservación y decoro.

¿Considera que es importante la formación para llevar a cabo una correcta conservación del arte sacro?¿Es necesario desarrollar unas habilidades específicas?

Cuando no se es un mero espectador, sino que se es una persona que interfiere en cualquier momento con una obra de arte, hay efectivamente que tener unos conocimientos. Por una parte, una sensibilidad específica para no dañar el material creado por el artista. Por otra, unos conocimientos técnicos para no dañar la obra del artesano. Un ejemplo es que, si vemos un cuadro torcido, quien lo vea pasará más tiempo criticando este hecho que contemplando la obra; ¿es, entonces, o no, importante quién haya estado al cargo de su cuidado? Se trata, además de la conservación física, sino de la interioridad emocional de lo que quiere transmitir la obra. Un problema es la gente que, con buena voluntad y sin formación, se acerca a “arreglar” una obra de arte. Quizá el más claro exponente de las consecuencias desastrosas que esto puede tener sea el famoso Cristo de Borja, pero es un problema que, en mayor o menor medida, encontramos con mucha frecuencia. Es aún más señalado en los objetos de artes decorativas, en los objetos funcionales, pues como no se consideran por lo general como grandes obras de arte, y además, sus propietarios desean, como es natural, seguir conservando su funcionalidad, somos testigos de grandes destrozos. Un caso habitual es el que sufren en este sentido las piezas de orfebrería y textil religiosa.

¿Cuáles son los primeros pasos que debemos tener en cuanta a la hora enfrentarnos al cuidado y mantenimiento de objetos artísticos?

El respeto, tanto por el objeto como por su función, siga o no desempeñándola hoy en día. Y, en segundo lugar, el conocimiento, tanto profesional de sus características, como de sus valores intrínsecos y funcionales. Sobre todo, es muy importante saber qué no se debe hacer y, si no tenemos claro cuál va a ser el resultado de nuestra intervención, no realizarla. 

¿Cómo surgió el departamento I+D+i de GRANDA y cuál es su misión?

No se trata de un departamento que se integre en exclusiva en la empresa, sino de un área de reflexión que nace con la Fundación, cuyos resultados se ofrecen para aprovechamiento de toda la sociedad. Al igual que la reflexión sobre el Patrimonio Cultural, que de alguna forma, consiste en volver la mirada hacia nuestro pasado, esta otra área consiste en dirigirla hacia el futuro, hacia las nuevas formas de expresión en el ámbito del arte sacro. Se trata de reflexionar sobre los nuevos caminos que se abren en la creación, en la tecnología, y cómo pueden aprovecharse los recursos a nuestro alcance para proseguir, como decía don Félix Granda, haciendo un arte vivo, que sin romper con el pasado, responda a las necesidades del presente.

Esto es un debate no sólo en el seno de la Iglesia, sino en el mundo del arte en general.

En España ¿existe conciencia por el cuidado del patrimonio artístico y cultural o queda mucho por hacer?

Queda muchísimo por hacer, porque aún la población y la clase política no ha entendido del todo que el patrimonio no es sólo algo bello, sino una importantísima fuente de ingresos. La gente, por lo general, no es consciente del mantenimiento que requiere. Es, además, un reservorio de posibilidades educativas, que tiene mucho que decir ante el fracaso escolar, puesto que puede utilizarse para su subsanación. Necesitamos explotar mucho más este recurso.

Aunque es un argumento que ya se ha escuchado mucho, sigue siendo lamentablemente cierto que durante esta crisis es la Cultura la que ha sufrido los mayores recortes, mientras que seguimos teniendo la Liga más cara del mundo. Está claro que algo falla cuando las prioridades no están en invertir en el Patrimonio, no ya sólo por su valor, sino por su condición de reclamo para el turismo, que se trata de una de nuestras principales fuentes de ingresos.

 


Enlace: Curso Servicio de Oratorio

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