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Me dedico a hacer fácil la vida a los demás

31/08/2012 | Categoría: Noticias | Etiquetas: Entrevista  Profesionales 

Entrevista a Elena Sandri, italiana y licenciada en física biomédica que trabaja en el centro cultural La Lloma.

Elena, en un Eramus en Valencia, conoció el Opus Dei. Desde hace tres años trabaja en la administración del centro cultural La Lloma.

1. ¿Por qué decidiste estudiar física biomédica?
Lo primero que decidí fue estudiar física porque quería conocer el porqué de todo. Me encantaba conocer y descubrir el porqué de las cosas. Luego me orienté a biomédica porque estaba más orientado a las personas.

2. ¿Ahora a qué te dedicas?
A mí me gusta decir que me dedico a hacer fácil la vida a los demás. Poner la base  para que todos puedan dedicarse después a otras tareas donde tienen que esforzarse. Allanar el camino en lo material. Desde las administraciones de los centros del Opus Dei facilitamos lo que cada persona necesita para estar bien atendida en su entorno más personal y material; es a eso a lo que me dedico.

Profesionalmente, he pasado por todos los servicios, pero he peleado para estar en la cocina. Me gusta porque es la parte más creativa. Me motiva mucho porque no es repetitivo ningún día. Ningún trabajo lo es, pero este menos si cabe porque puedes poner mucha más fantasía e imaginación. A la vez, cada día había un reto. Había que vencer la tensión para tenerlo todo perfecto para cubrir el servicio. Esa tensión positiva me motiva muchísimo. Es como un examen diario en el que sabes que tienes que dar cuenta de todo lo que sabes y no puedes fallar. Esa concentración me hace dar lo mejor. Me digo: “Ahora déjate de tonterías y da lo mejor”.

3. ¿Qué te aporta a tu trabajo el haber estudiado física?
Mis conocimientos de física me ayudaron a comprender en los primeros cursos que hice, la química de los alimentos, las transformaciones físico-químicas que se producen con las distintas técnicas de cocción. Pero lo que más aplico es la forma mental a un sistema de trabajo, por ejemplo,  descomponer los problemas por tareas, de tal manera que le puedes decir a cada persona de qué se tiene que encargar o cómo organizar los  tiempos. 
Esta es una parte de mi trabajo que también me gusta mucho. Aunque lo estoy aprendiendo ahora, me encanta la organización, el trabajo en equipo, la motivación,  sacar de cada persona lo mejor. Esta, pienso, es mi misión más específica, donde puedo aportar más y realmente es lo que la gente espera de mí.

4. ¿Cuántos cursos has hecho desde que empezaste hasta hoy? 
Me he preparado profesionalmente a través de la NVQ (formación profesional británica) Primero hice un certificado técnico de nivel 2: Multiskilled que pasas por todos los servicios, después el nivel 2 de Food preparation & cooking, y por último un nivel 3 de organización y gestión de  servicios (Hospitality supervisión) que estoy terminando ahora. También he asistido dos cursos del CEICID orientados la mejora del servicio de Cocina. Tengo en proyecto hacer el nivel 3 de cocina, pero no sé cuándo los haré.

5. ¿Cuál es el que más te gustó o te sirvió?
No coincide el que más me gustó con el que más me sirvió. El que más me gustó fue el nivel 2 de cocina porque disfruto cocinando. Cada día era un disfrute, pero el que más me ha servido es el que estoy acabando ahora (el nivel 3 de organización). Este me ha aportado más porque es mucho más amplio en el sentido de que te enseña a poner en juego una serie de cualidades que no son cuantificables y medibles. En el curso de cocina sabes cuándo te sale un plato. En este se trata de algo mucho más personal. Además entra en juego el resto de tu equipo, las relaciones con los proveedores, las relaciones con dirección… ahí tú no puedes medir los éxitos o fracaso. Se requiere más tiempo. Los objetivos son más amplios en el curso de organización y te tienes que hacer a ellos. Tienes que aprender a liderar un equipo, una reunión, proponer proyectos en los que todos se sientan involucrados y, al mismo tiempo, saber en qué línea general se está yendo para no ir por otro lado. 

Porque es más difícil conlleva más sacrificio. A mí me “mata” liderar una reunión, pero también me doy cuenta de que es lo más importante porque en la medida que consigas transmitir la ilusión que llevas dentro así el resto del equipo podrá disfrutar más con lo que hacen, porque es un proyecto compartido. Por eso vale la pena. 

6. ¿Cómo te gustaría que fuera tu futuro profesional?
Intento no verme mucho. Tengo que poner en juego mis cualidades, pero intento estar abierta y no cerrarme puertas.

Me gustaría profesionalizar lo más posible mi trabajo.  Hay que abrirlo a la sociedad sin perder nuestra cultura propia. Pienso que podemos llegar al nivel de los mejores hoteles, aportando lo genuino. Me gustaría poder aunar las dos cosas: que la gente que trabaja conmigo llegue al nivel de profesionalidad para poder competir con los mejores, pero a la vez que pueda enseñar al mejor profesional del mundo que lo importante es llegar a cada persona en particular. 

7. ¿Cómo crees que puede seguir construyéndose esa unión?
Formando muy bien a la gente y suscitando ideales grandes de sentido profesional. Ahí me freno mucho porque en lo profesional me paso. Pero me encantaría  participar en la Universidad, en los mejores restaurantes para ver cómo podemos aprender, para coger lo que nos haga crecer y ver qué se puede aportar.

Tengo un ideal, pero no sé cómo hacerlo. Pienso que se está investigando e innovando mucho y hay que ir incorporando estos avances. Dentro de mi equipo hay gente muy tradicional, pero también tengo gente con la que nos gusta investigar. Nos metemos en internet, investigamos y nos emocionamos. Todas aportan, las tradicionales y las innovadoras.

Hay que ir viendo lo que hay hasta ahora. Hay que estudiar qué se puede incorporar, porque no te puedes parar. En mi cocina hemos innovado mucho, hace dos años cuando llegué no se cocinaba al vacío o no se medían los tiempos. Ahora sí, se miden los tiempos, se apunta la cantidad adecuada de cada plato según sean hombres, mujeres… esto te ayuda a trabajar con sentido, sabiendo lo que estás haciendo. Los que vengan detrás tienen que partir de donde lo dejaste, para que no vuelvan a empezar otra vez desde cero.

8. ¿Cuál es la mayor satisfacción que tienes a la hora de cocinar?
Es una mezcla de muchas cosas. Se me mezcla lo de cocinera y lo de encargada de servicios. Disfruto cocinando, cuando haces un emplatado perfecto al que le haces una foto.  Se trata de aplicar lo que sabes, los principios básicos de la cocina y, al mismo tiempo, conseguir que cada día sea distinto. Cuando llegas a dominar la técnica y adquieres la intuición de cuándo un plato va a salir bien, disfruto.  Pero me gusta más cuando, por ejemplo, tenemos una comida de empresarios y estudiamos cómo podemos hacerlo, cuando consigo que todo el equipo se sienta involucrado, eficaz, importante y que haya  logrado un buen ambiente en el trabajo. No es lo mismo sacar las cosas sin más, que sentirse parte de un equipo y que juntos vamos a hacerlo.

9. ¿Cuál dirías que es el secreto para hacer la comida diaria más atractiva?
El querer superarte siempre. Siempre pienso “a ver si hoy puedo darle el punto perfecto”. La mejora continua en todos los aspectos para que las personas a las que va dirigido disfruten. 

10. ¿Qué cocina prefieres italiana o española?
En España, la española. En cada sitio lo suyo. La italiana la asocio mucho al tomate, orégano, aceite; algo fresco que me recuerda a la playa. Es una idea que se traduce en sabores y olores. España la asocio con los arroces valencianos porque es lo que más he trabajado. Este año, además, me ha encantado porque nos hemos lanzado a hacer arroz en paella de todo tipo. A la gente le ha encantado y yo he disfrutado mucho. 


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